Izquierda Unida-Los Verdes presentará, en el próximo Pleno Municipal del 27 de septiembre, una Moción instando al Ayuntamiento de Las Rozas y a la Comunidad de Madrid al mantenimiento de las becas de comedor que existían en el curso 2011-2012 y a que se complementen éstas con nuevas partidas para satisfacer las necesidades reales del alumnado de los colegios públicos.

El Grupo Municipal de izquierdas en el Ayuntamiento de Las Rozas considera que detrás de la polémica levantada por la Comunidad permitiendo que los alumnos puedan llevar su propia comida desde casa, se esconde el escandaloso recorte en becas de comedor, una partida presupuestaria que incluye también las ayudas para libros escolares, y que se ha rebajado en este curso un 28% respecto al anterior.

Para Cristina González Pérez, concejal de IU-LV en el Ayuntamiento de Las Rozas, “con la excusa de la crisis económica, el Gobierno de la Comunidad de Madrid arremete contra los colectivos más necesitados y pone sobre la mesa el fundamento de su política, que es el gobierno para los ricos”. Con este hecho, para la izquierda roceña, la Comunidad de Madrid  pretende que se deje de hablar de los recortes educativos para hablar de las tarteras. “Y casi lo consiguen, pero se olvidan de que ya estamos acostumbrados a su juego de que para combatir las malas noticias se sacan otras que las distraigan”, asevera la joven concejal. IU-LV alega que el posible uso de la tartera en los centros escolares es el efecto que busca el PP ante su incapacidad para, en un contexto de crisis donde cada vez son más las familias afectadas que se quedan sin recursos, cubrir las necesidades más básicas como la alimentación de los más pequeños. “Seguro que entre el alumnado de la tartera no se encuentra la famosa niña de Rajoy”, asegura Cristina González.

Para la concejal de IU-LV “lo que no puede hacer un gobierno cuando gestiona una crisis es generar nuevos problemas, porque pasa de ser una gestión nefasta a ser catastrófica” y según ella es lo que están haciendo proponiendo el uso de la tartera. No sólo quién garantizará la conservación de los alimentos que se lleven desde casa o quién ejercerá el control sobre los escolares en las horas de comedor son cuestiones que deben plantearse. Para IU-LV el verdadero problema del uso de la tartera en el colegio puede ser la estigmatización del alumnado. “Si la escuela pretendía difuminar (que no borrar las desigualdades sociales mediante la universalidad de la educación) la tartera marcará más las diferencias, no ya entre ricos y pobres, si no entre los más desfavorecidos y los menos tocados por la crisis económica”