El curso 2017-2018 ha comenzado con los mismos problemas que llevan apareciendo en el inicio de los cursos escolares desde hace varios años, casi tantos como lleva el Partido Popular en la Comunidad de Madrid y desde las denominadas medidas excepcionales que se aplicaron con la excusa de la crisis económica pero que se han vuelto endémicas. Profesores que no llegan debido a que la contratación se realiza un par de días antes del comienzo de las clases, aulas saturadas superando el máximo legal que se admite en la escolarización ordinaria, obras que se realizan por fases y se incumplen metódicamente los plazos de ejecución, … todo un conjunto de problemas que ya no podemos achacar a la desidia o falta de capacidad, sino que hay que entender que son un ataque a la educación pública de nuestra comunidad.

En Las Rozas este curso se ha añadido el problema de las obras de adecuación de centros durante el verano, que se adjudicaron tarde y que, según el plazo de ejecución, no estarán concluidas hasta finales del mes de octubre o noviembre. Esto supone que en varios centros el alumnado tenga que convivir con las obras, con la incomodidad y el riesgo que eso supone, dándose casos de centros que se han quedado sin aseos en la mitad del centro.

Añadido a esto tenemos el caso ya reiterativo del IES García Nieto, que por cuarto año consecutivo sufre el incumplimiento de los plazos de terminación de las obras. Al inicio de las clases, las obras no solo no estaban concluidas si no que el patio del centro se encontraba en una situación realmente peligrosa para el alumnado. En este centro el consejero de la Comunidad de Madrid (Rafael van Grieken) se comprometió personalmente y por escrito con los padres y madres del centro para concluirlo en plazos, palabra que ha incumplido. Los barracones han regresado a Las Rozas (ya lo hicieron el curso pasado a este centro) a petición de las familias del centro hartas ya de tener la mitad del alumnado alojados en el IES Rozas I, con las dificultades para las familias y el profesorado que eso supone, o de que les quiten otras infraestructuras necesarias para el funcionamiento del centro.